jueves, enero 13, 2011

letras...

Hace tiempo que no daba titulo a las letras antes de escribir, pero me nació, aquí voy:

Dejo mi silencio a la espera de su ejecución
mientra el teclado, enemigo acérrimo como molinos a un quijote,
me intenciona en rabia, lo que en gozo y bendición aflorar debe de mis dedos.
Hoy siento ese sosiego de letra que fluye como pus de herida vieja, pero en carne
sana fluye; de esperanzas que marchitan la locura con insólito aspecto de lucidez.

Doy las palabras al viento, a espera de la respuesta del sol en escape;
pero, el mesquino con descaro me reclama que poco he mirado respecto de lo que puedo ver,
Hoy marchito de mil heridas, observo lo pedazos votados, idos y molidos de los funestos cuentos que de niño me contaron y al liberarme, lozano, cuento cuentos frente al sol que se va para dejarnos ver en paz.

Más refiérame a los espacios marchitos, como a recuerdo de ayer, pues el momento fecundo, de emociones y visiones de hermosa naturaleza, se apresta fuerza aquella a vivirse intensamente. Junto al paso recurrente de los ojos más bonitos, que el cielo bendito me regalo conocer. Al espacio venidero de lo que me queda cielo, le regalo los espasmos de mi alma al observar (La)

Palabras o momentos, sesgos del mismo soneto. Los regalo de momento al espacio desierto que se dispone frente a los átomos mas bellamente apostados en la rivera de la vida. Me hago discípulo del cielo, al contarle al sendero tratando de rememorar momentos, cuando su lado discreto, excreto algunos dichos viles en relación a la materialidad perfecta y armoniada de su persona experimentada.

A lejanos momentos digo bien, a otros tantos hasta pronto, a los idos buen viaje y a los presentes hasta siempre… si algo a de venir de blanco y de frente los espero.

Mi sensata experiencia, entre locuras siempre- hechas y mi lejana postura en un cielo que me alumbra… o será la luz del farolito?

Amor, si lees esto sonríe, pues eres destinataria absoluta, destos versos a veces ruines.